Habría sido la edición número 92 de “Les Fogueres de Sant Joan“, pero las medidas de distanciamiento social nos las han robado.
Así que, ayer a medianoche, la tradicional “Palmera” cerró las celebraciones del día de San Juan Bautista y los fuegos artificiales iluminaron, una vez más, el cielo sobre el Castillo de Santa Bárbara de Alicante; pero, para asistir a la mágica “Nit de la Cremà“, deberemos esperar el 2021 – y ya ha empezado la cuenta atrás!
EL ESPRÍTU DE LAS “HOGUERAS”

Las Hogueras no son una simple fiesta: son precisamente parte de la identidad de Alicante. Van más allá del folklore y del tradicionalismo nostálgico, porque no son el pasado: están vivas, son el presente, son carne, sangre, agua, fuego, oración, sudor, excesos y santidad.
QUE SON LAS “HOGUERAS DE SAN JUAN”: TODO LO QUE NECESITAS SABER
Oficialmente las Hogueras se celebran del 20 al 24 de junio, pero ya desde abril empiezan los eventos: después de la elección de la “Bellea del Foc” entre las “Belleas de les Fogueres“, las celebraciones empiezan con la “Exposición del Ninot” (una reproducción en escala de la hoguera, para elegir la que podrá salvarse de las llamas), el homenaje a los “Foguerers” y a los “Barraquers” fallecidos en frente del monumento Foguerer en la Plaza de España y el “Desfile del Pregón“, que da inicio a las fiestas y a los demás desfiles (el “Desfile del Ninot“, en el cual cada barrio participa con disfraces conectados al tema de cada hoguera; la “Entrada de Bandas” y la “Ofrenda de Flores“).*A partir del 13, a medianoche, durante cuatro diás seguidos, en diferentes puntos de la ciudad, los fuegos artificiales nos recuerdan que las Hogueras se acercan.Despúes, del 18 al 24 de junio, a las dos de la tarde, como un ritual, es la hora de las “Mascletàs“: cada día, a la misma hora, la ciudad se reune en la Plaza de los Luceros” y, en el silencio repentino, explotan sin cesar los juegos pirotécnicos, que terminan con un coral y emocionado aplauso.*Finalmente, la medianoche del 24, empieza la “Cremà” y, en cada barrio, hay una auténtica fiesta del fuego.
La “Bellea del Foc”, como una Vestal de la antigua Roma, empieza la magia: le toca a ella prender fuego a la hoguera principal, la de la Plaza del Ayuntamiento, que puede llegar a medir veinte metros de altura.Luego, las llamas se expanden por cada barrio de la ciudad durante toda la noche, envolviendo las estupendas esculturas construidas con madera, papel y pintura, gracias a un trabajo que lleva casi un año.*La construcción de estos monumentos, de hecho, es un verdadero acto comunitario, en el cual tradiciones y lazos familiares se cruzan. El objectivo de cada uno es honorar a su proprio barrio, en una competición que, en realidad, es un tributo a la ciudad por parte de cada uno de sus “órganos vitales”.
Por ello la primera hoguera que se quema es la que representa Alicante, justo antes de que la “Belleza de la Hoguera” ganadora, acompañada pos sus “Damas de Honor“, comience la quema de todas las demás.*Hasta para las “Bellezas” elegidas, sus funciones no terminan con el ancestral gesto de empezar el fuego: durante todo el año deben representar a su barrio y ciudad, con sus trajes tradicionales, también en los indicados eventos oficiales. Y son obviamente protagonistas de los desfiles que, en la semana de las Hogueras, dan color a las calles.
Entre estas, la más importante es probablemente la Ofrenda Flores, el 21 y 22 de junio, desde Plaza de los Luceros hasta la Concatredal de San Nicolás – patrón de Alicante desde que, en el mismo día del santo (el 6 de diciembre 1244), los musulmanes (que la ocupaban) entregaron la ciudad a Alfonso X “El Sabio”.
En esta ocasión se homenajea además a la patrona de Alicante, “Nuestra Señora del Remedio” o “Virgen del Remedio“.*Después de la Cremà, la fiesta continua con los fuegos artificiales, cada noche, hasta el 29 de junio.
LOS ORÍGENES DE UN RITO QUE RESISTE AL TIEMPO
Las primeras “Hogueras” oficiales de Alicante, organizadas con el permiso del Ayuntamiento, se remontan al 1928, pero es en el 1932 cuando se instituye la figura de la “Bellea del Foc”. Sin embargo, la manifestación tiene sus orígenes en las antiguas celebraciones espontáneas de la cosecha y que, ya al final del siglo XIX, empezó incluyendo los primeros “ninots”, los monumentos alégoricos y satíricos que se queman en la noche de San Juan.
Correspondiente al día más largo del año, el Solsticio de Verano, con un sentido invertido y complementario al de Invierno, señala el punto más alto del sol y, al mismo tiempo, su inminente descenso, que termina exactamente con el Solsticio de Invierno, la noche más larga del año que de esta manera anuncia el renacimiento del Sol.
En los solsticios – y en las celebraciones que, todavía hoy, después del adviento del Cristianismo, los evocan – se encuentra todo el misterio de la Muerte y del Renacimiento, de la ciclicidad ligada a la condición humana y natural, por la cual cada cosa está destinada a acabarse para llegar a un nuevo principio, en una continuidad que simboliza lo Eterno.
Un ritual que sigue en toda Europa y más: es suficiente pensar en la tradición del Tirol que, en la noche del Solsticio de Verano, vee estas maravillosas montañas de la cadena alpina llenarse de fuegos.

ENTRE SAGRADO Y PROFANO

Aunque hoy se trate de una festividad cristiana, el eco de estos ritos paganos se puede encontrar no sólo en los símbolos, sino también en el espíritu de los festejos.
2 risposte a "Del Solsticio a “Les Fogueres”: Alicante nos recuerda quiénes somos"